De las tinieblas a la luz

De las tinieblas a la luz Cuando te sientas abrumado, recuerda que te has hecho daño a ti mismo. Tu Consolador te proveerá descanso, pues tú no pue­des proveértelo a ti mismo. No sabes cómo hacerlo porque si supieras nunca habrías podido sentirte abrumado. Si no te hicie­ras daño a ti mismo no podrías sufrir

La enfermedad es separación

La enfermedad es separación Si la enfermedad es separación, la decisión de curar y de ser curadores, por lo tanto, el primer paso en el proceso de reconocer lo que verdaderamente quieres. Todo ataque te aleja de esto, y todo pensamiento curativo te lo acerca. El Hijo de Dios incluye tanto al Padre como al

El cuerpo como medio o como fin

El cuerpo como medio o como fin Las actitudes que se tienenhacia el cuerpo son las actitudes que se tienen hacia el ataque. Las definiciones del ego con respecto a todas las cosas son inmaduras, y están siempre basadas en el propósito que él cree que todas ellas tienen. Esto se debe a que es

La decisión de olvidar

La decisión de olvidar A menos que primero conozcas algo no puedes disociarte de ello. El conocimiento, entonces, debe preceder a la disociación, de modo que ésta no es otra cosa que la decisión de olvidar. Lo que se ha olvidado parece entonces temible, pero únicamente porque la disociación es un ataque contra la verdad.

Corregir la percepción

Corregir la percepción El Espíritu Santo es la Respuesta a todo porque conoce la respuesta a todo. El ego no sabe lo que es una verdadera pregunta, si bien plantea un sinnúmero de ellas. Mas tú puedes aprender lo que es una verdadera pre­gunta a medida que aprendas a poner en duda el valor del