El placer superior

El placer superior Para poder experimentar un delicioso “estado de ser” en lo cotidiano, primero tenemos que ser conscientes de que el placer que procede de la satisfacción de los mecanismos automáticos del ego es muy distinto del que proviene de la satisfacción de los deseos del alma. Sí, si. Pero… ¿Cuáles son los deseos

Desprogramar el inconsciente

Desprogramar el inconsciente En las últimas décadas se han elaborado diversas técnicas para acceder al inconsciente, para “sanar el pasado”, para liberarse, en una palabra, para desprogramar el inconsciente. No se trata de enfoques mentales, sino energéticos. Considerados al principio con cierta condescendencia por la psicología convencional, están empezando a adquirir cartas de nobleza no

Certidumbre de claridad

Certidumbre de claridad Tras ellos caminaba el único ser viviente que compartiera su peregrinación: el perro. Y poco a poco llegaron al mar salobre. Luego, con almas bien disciplinadas llegaron a la región del norte y contemplaron, con corazones ansiosos de cielo, la imponente montaña Himavat… Lamida por el lago, en ella florecían los lirios,

Liberación del pasado

Liberación del pasado Aunque el trabajo que hay que realizar a nivel consciente es importante (es el que nos lleva a tomar decisiones), no es suficiente. Pues, en efecto, a menudo deseamos de forma consciente y sincera vivir según los principios descritos anteriormente, vivir en estado general de coherencia; nos esforzamos por comportarnos “bien”, por

El desarrollo adecuado de la mente

El desarrollo adecuado de la mente Muchos métodos actuales de trabajo sobre uno mismo prefieren ignorar el aspecto mental porque las limitaciones que genera son bien conocidas. Puede uno creer que se encuentra a nivel espiritual porque no actúa la mente. Es cierto que cuando la parte automática de la mente está en silencio, tenemos

¿Quién busca a qué?

¿Quién busca a qué?   ¿No va a contar la historia del sufí? No pensaba hacerlo, pero ya que lo ha preguntado, ahí va. Toda la gente estaba reunida esperando la llegada del rey, cuando apareció un faquir sufí todo andrajoso y se sentó en el trono del monarca. El primer ministro se quedó horrorizado.-