Inteligencia y acción instantáne

Lo importante es considerar la vida no como un movimiento interno y externo, sino como una totalidad, un movimiento total e indiviso. Entonces la acción tiene un significado por completo diferente, porque no es parcial. Es la acción fragmentada o parcial la que se suma a la nube de desdicha. El bien no es lo opuesto del mal. El bien no tiene relación alguna con el mal, y uno no puede perseguir el bien. El bien florece sólo cuando no existe el sufrimiento.

El problema del vivir

Hay otra acción que llega cuando existe un espacio sin centro, una dimensión en la que no hay causa y efecto. Desde ella, el vivir es acción. Aquí, al no haber un centro, cualquier cosa que se haga es libre, gozosa, sin dolor ni placer. Este espacio y esta libertad no son el resultado del esfuerzo y el logro, pero cuando el centro se termina, existe lo otro.

El parque

La obediencia es violencia, y la humildad no tiene relación con la violencia. ¿Por qué un ser humano ha de tener este temor, este respeto y esta falta de respeto? Tiene miedo de la vida con todas sus incertidumbres y ansiedades y teme a los dioses de su propia mente. Es este temor el que conduce al poder y a la agresión.
Es éste, realmente, un mundo de gran dolor y, para amar, tiene uno que estar fuera de él. Estar fuera es estar solo, no comprometido con el mundo.

No necesitas perdonar

No te fuerces a practicar esta cosa llamada perdón. El perdón viene a su manera, a su tiempo, o no, mientras haces la difícil labor de estar más presente para ti mismo. Esa es la verdadera práctica del perdón: Sentir, conocer, expresar, oír, validar tu propio dolor, escuchar al herido que está dentro, al enojado, al traicionado, al que era demasiado joven o demasiado temeroso para hablar o contraatacar.

Conectarse con el sufrimiento y superarlo

Ocuparse de otras personas que tienen miedo, están enojadas, celosas, superadas por adicciones de todo tipo, son arrogantes, orgullosas, quejosas, egoístas, significa tener compasión y cuidar de estas personas sin huir del dolor de encontrar estas cosas en nosotros mismos.
De hecho, la propia actitud hacia el dolor puede cambiar. En lugar de defenderse y esconderse de él, se puede abrir el propio corazón y permitirse sentir ese dolor, sentirlo como algo que nos suavizará y purificará y nos hará mucho más amorosos y amables.

Rompimiento

A veces no llegas a ser un Buda.
A veces solo tienes que romperte. Y sentir.
Tienes que perder tu precioso ‘despertar espiritual’.
Solo tienes que ser un ser humano, sentir.
A veces resurge el viejo dolor. Viejo miedo. Tristeza. Trauma.
El dolor abrasador del niño abandonado. La rabia de un universo olvidado.
Y de repente, todas sus intuiciones espirituales se desmoronan, todas las hermosas palabras espirituales de los hermosos maestros espirituales, todos los conceptos e ideas sobre el despertar y la iluminación, y la perfección pura de la conciencia pura e inmaculada, y el Yo desinteresado y el yo.