Entonces, ese “piensa en ti” se transforma en la frase mágica que lo engloba todo, pues en mi está la Plenitud de la vida. Nada se halla afuera de esa idea. Yo, tú, los otros, todos somos uno pues estamos bañados por la misma luz que nos de la vida.
Los capítulos se suceden uno a uno con una cadencia inquebrantable. Somos los protagonistas de la trama, apenas nos queda la libertad en la reacción.
No te defiendas. Cuando tratas de defenderte estás dando demasiada importancia a las palabras de los otros y das más fuerza a sus opiniones. Si aceptas el no defenderte estás mostrando que las opiniones de los demás no te afectan, que «escuchas».
Deja la vida en pazCuando puedas, echa una «mirada» a tu interior para ver si estás creando conflicto inconscientemente entre lo interno y lo externo, entre las circunstancias externas del momento —dónde estás, con quién y lo que estás haciendo— y tus pensamientos y sentimientos. ¿Puedes sentir lo doloroso que es oponerse internamente a lo que es?
El futuro, que una vez parecía tan sólido y «real», se encuentra ahora expuesto a la mentira y el cuento de hadas que fue, y tus sueños del «mañana» se convierten en polvo. De todas formas, el «mañana» nunca iba a suceder, no en la forma que habías planeado inconscientemente.
La belleza de la vida «Ante todo, permanezca muy quieto. No se fuerce para eso, sino siéntese o recuéstese quietamente sin esfuerzo de ninguna clase. ¿Comprende? Luego vigile su pensar, observe con atención aquello en que está pensando. Entonces descubre que está pensando en sus zapatos, en sus saris, en lo que irá a decir,