El río

La mente no puede fabricar esa cosa llamada eternidad, tal como no puede cultivar el amor. Ni la eternidad puede ser descubierta por una mente que la está buscando. Y la mente que no la busca, es una mente malgastada. La mente es una corriente, muy profunda en el centro y muy superficial en la periferia, como el río que tiene una fuerte corriente en el medio y agua quieta en sus orillas.
Pero la corriente profunda tiene tras sí el caudal de la memoria, y esta memoria es la continuidad que atraviesa la ciudad, que se ensucia y que queda limpia nuevamente. El caudal de la memoria provee la fuerza, el impulso, la agresión y el refinamiento. Es esta memoria profunda la que se reconoce como las cenizas del pasado, y es esta memoria la que tiene que llegar a su fin.

La elección más difícil

Tú no puedes establecer las leyes que gobier­nan el mecanismo de elección, ni tampoco puedes establecer las alternativas entre las que elegir. Pero sí puedes elegir; de hecho, tienes que hacerlo. Mas es aconsejable que aprendas cuáles son las leyes que pones en marcha cuando eliges y cuáles son las alter­nativas entre las que eliges.

Mindfulness es la mejor medicina

No necesitas dejar tu profesión para vivir una vida consciente, ya sea medicina u otro tipo de trabajo. En todo lo que hagas, puedes aportar la conciencia de tu respiración y tu cuerpo. Puedes unir cuerpo y mente, en lugar de mantenerlos separados el uno del otro. Cuando te pones de pie, puedes ser consciente de que estás de pie. Cuando estiras tu cuerpo, puedes seguir tu respiración y tus movimientos. Con la atención plena del cuerpo, tu escucha se vuelve más profunda y eres más consciente de lo que sucede a tu alrededor. Luego lleva esa conciencia a tu vida diaria ya tu trabajo.

No hay problemas

¿De dónde vienen estos problemas? Se nos ha dicho lo que es bueno y lo que es malo, así que si no tenemos lo bueno que pensamos que deberíamos tener, tenemos un problema. Pero en realidad, nada es bueno y nada es malo, sino que el pensamiento lo hace así. Por lo tanto, si te deshaces de tu mente, no tendrás ningún problema. Cuando la mente y el ego son trascendidos un poder misterioso se hace cargo y cuida mejor de ti de lo que podrías hacer tú mismo. Pero antes, la mente y el ego tienen que callarse.

La enfermedad como defensa

Nadie puede sanar a menos que comprenda cuál es el propó­sito que aparentemente tiene la enfermedad. Pues entonces comprende también que dicho propósito no tiene sentido. Al no tener la enfermedad causa ni ningún propósito válido, es imposible que exista. Una vez que se reconoce esto, la curación es automática. Pues dicho reconocimiento desvanece esta ilusión sin sentido, valiéndose del mismo enfoque que lleva a todas las ilusiones ante la verdad, y simplemente las deja allí para que desaparezcan.

Inteligencia y acción instantáne

Lo importante es considerar la vida no como un movimiento interno y externo, sino como una totalidad, un movimiento total e indiviso. Entonces la acción tiene un significado por completo diferente, porque no es parcial. Es la acción fragmentada o parcial la que se suma a la nube de desdicha. El bien no es lo opuesto del mal. El bien no tiene relación alguna con el mal, y uno no puede perseguir el bien. El bien florece sólo cuando no existe el sufrimiento.